Esta perla negra y gorda como un meteorito me la mandó un amigo que la inmortalizó el pasado verano en un pueblo de la costa mediterránea (no diré más para no herir sensibilidades, que estamos todos como muy "así"...)
Unas patadas violentas como las cornadas de un Miura cabreado han sido dadas a la Ortografía de la Lengua Española: vicicreta, plecio, Dervi, arkilar,... no tiene desperdicio.
Obviamente, he eliminado los teléfonos, no vaya a ser.
Eso si, las ofertas son como para pensárselo.
Y, de sacar algo de dinero, que lo emplee en un buen diccionario...
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